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Es domingo y son las 7:30 hora local. Nos queda hora y media para que nos pongan el desayuno, porque aquí, da igual el día de la semana que sea, todo (lo visitable y lo comprable) empieza entre las 9:00 y las 10:00, y acaba a las 18:00. Excepto la Oficina de Turismo de Dublín (Suffolk St.), que los domingos abre a las 10:30. Así que el plan es hacer tiempo, por Portobello, hasta el desayuno, y volver a hacer tiempo, dando un paseo por el centro, hasta que abran la Oficina de Turismo.
Es domingo y son las 7:30 hora local. Nos queda hora y media para que nos pongan el desayuno, porque aquí, da igual el día de la semana que sea, todo (lo visitable y lo comprable) empieza entre las 9:00 y las 10:00, y acaba a las 18:00. Excepto la Oficina de Turismo de Dublín (Suffolk St.), que los domingos abre a las 10:30. Así que el plan es hacer tiempo, por Portobello, hasta el desayuno, y volver a hacer tiempo, dando un paseo por el centro, hasta que abran la Oficina de Turismo.
Ahora es cuando vemos Portobello de verdad. De noche, era casi imposible, hacer algo más que intuir. Es un barrio que nació como suburbio a las afueras de Dublín, alrededor del Grand Canal en forma de barracas y, en dirección al centro, en forma de casas de clase media y de clases más acomodadas en dirección al centro a través de las contíguas Candem St. y Richmond St. El cambio de nombre de Richmond St., al sur, a Camdem St. (Lower Candem), al norte, se produce en la Kellys Corner, donde también cambian de nombre Harcourt Road, al este, y su contigua, Harrington St., al oeste, ambas con árboles en ambas aceras.
Todas las nombradas, a esta hora, están desiertas, y sólo se ven a los basureros recogiendo las papeleras y algún que otro coche que cuyos ocupantes, aunque que quisieran, no podrían disimular que se van a pasar el domingo de campo.
Todas las nombradas, a esta hora, están desiertas, y sólo se ven a los basureros recogiendo las papeleras y algún que otro coche que cuyos ocupantes, aunque que quisieran, no podrían disimular que se van a pasar el domingo de campo.
Richmond St. (Al fondo la cúpula de la Our Lady Refuge Church, en el barrio de Rathmines) Dublin, Irlanda. |
Richmond St y Lower Candem St. son las más heterogéneas en arquitectura del barrio, se mezclan edificios modernos, restaurados y muy antiguos; también se mezclan casas de columnas victorianas y pequeñas viviendas de comerciantes, con la vivienda arriba y el comercio abajo. Pero a ambos lados de ellas es distinto, todo es más homogéneo. Te encuentras con "protourbanizaciones" de casas de 2 y 3 plantas estrechas, unifamiliares y de miniapartamentos, con barandilla en la acera y un hueco para que entre luz al sótano; en las paredes ladrillos macizos cocidos y puertas de colores con una escalera previa de recibimiento. Todo con un recubrimiento de paso del tiempo y dejadez, disimulados con decenas de manos de pintura tanto en puertas, barandillas, como en las pocas farolas y las pocas paredes que encuentras lucidas y pintadas.
Quedan muchos restos, porque fue el centro de esta comunidad, de los emigrantes judíos que vinieron huyendo de las persecuciones centroeuropeas de finales del S.XIX hasta las primeras décadas del S. XX, no en vano se le llamó Little Jerusalem.
Quedan muchos restos, porque fue el centro de esta comunidad, de los emigrantes judíos que vinieron huyendo de las persecuciones centroeuropeas de finales del S.XIX hasta las primeras décadas del S. XX, no en vano se le llamó Little Jerusalem.
En Dublín puedes programarte rutas de todo tipo: arquitectónicas, museísticas, monumentales, históricas, literarias, etc. y mientras organizaba el viaje sentí la tentación de programar, como hizo Olga en Nueva York el año pasado, una ruta que incluyera los puntos importantes de la ciudad en cuanto a museos y casas-museos de escritores, librerías, cafeterías, etc.. Todo con gente importante para ella, sobre todo escritores, y que, en mi caso, de las cosas que me habían traído a Irlanda, Dublín tenía una gran parte que mostrar. Pero el James Joyce Center, que recomiendan todas las guías, estaba bastante alejado. Y sabiendo el tiempo del que iba disponer, fue lo primero y lo último que miré sobre este asunto. Sin ninguna justificación más. De hecho no traía ninguna ruta temática preparada para el día, sólo ver lo importante. También fue una tentación hacer coincidir el viaje con el Bloomsday pero el precio de los billetes de avión para esa fecha era desproporcionado con mi bolsillo.
Dicho esto y como si de una venganza se tratase, a un par de calles del hotel, y cuando me disponía a fotografiar una de las casas con su escalera y su puerta de color, a través del visor leo en una placa de mármol: "BERNARD SHAW - Author of many plays was born in this house - 26 July 1856".
Me tuve que sentar.
¿Por qué? Porque ya hacía tanto tiempo que quería venir, que con tantos avatares vitales ya se me habían "olvidado" muchos datos de estos inútiles que muchas veces memorizo sin saber por qué.
Recibí un flashazo de información que había olvidado refrescar para el viaje solamente con ver esa placa, y no me hizo falta mirarlo, era Synger St.
Algo parecido a un mareo, más anímico que físico, me hizo sentarme.
El hotel había sido escogido en relación al precio distancia al centro, que es donde está todo lo que todos quieren ver. Y como venganza al desprecio y al olvido de un motivo importante por el que quería venir a Irlanda, el destino me la tenía guardada.
No os imagináis lo mal que me sentí.
Dicho esto y como si de una venganza se tratase, a un par de calles del hotel, y cuando me disponía a fotografiar una de las casas con su escalera y su puerta de color, a través del visor leo en una placa de mármol: "BERNARD SHAW - Author of many plays was born in this house - 26 July 1856".
Me tuve que sentar.
¿Por qué? Porque ya hacía tanto tiempo que quería venir, que con tantos avatares vitales ya se me habían "olvidado" muchos datos de estos inútiles que muchas veces memorizo sin saber por qué.
Recibí un flashazo de información que había olvidado refrescar para el viaje solamente con ver esa placa, y no me hizo falta mirarlo, era Synger St.
Algo parecido a un mareo, más anímico que físico, me hizo sentarme.
La casa donde nació Bernard Shaw, cuya placa no fue puesta por las autoridades, sino por un basurero que trabajaba en el barrio. |
No os imagináis lo mal que me sentí.
Me tuve que sentar en la escalera de la casa donde nació Bernard Shaw, entre otros muchos motivos, porque dos calles más abajo estaba Victoria St., donde vivió Michael O'Riordan, fundador del CPI que luchó en la XV Brigada Internacional durante la Guerra Civil y fue condecorado por su valor. Sus vivencias quedaron grabadas en su libro Connolly Column - The Story of the Irishmen who fought for the Spanish Republic 1936-1939. No hace falta decir que lo recomiendo encarecidamente. Inspirado en el libro, Christy Moore escribió la canción Viva la Quince/Quinta Brigada.
Me tuve que sentar porque recordé que, tanto programando el viaje, como señalando con el dedo el día antes desde el lugar donde nos dejó el taxi hacia donde nos hubiera dejado el 16A, y hace un rato además, había pasado por Kellys Corner, sin recordar ni lo más mínimo de muchas historias que sucedieron en esta esquina. Entre ellas ahí sigue el despacho de tabaco, irónicamente convertido en farmacia, donde fue detenido, durante el Alzamiento de Pascua, Francis Sheehy-Skeffington. ¿Qué quién era ese? Pues era un escritor, periodista y activista político, independentista, pacifista y sufragista, que volvía a casa de intentar organizar patrullas para evitar el saqueo de comercios durante esos días de alteración. Fue fusilado al día siguiente sin juicio, o sea, asesinado, junto con otros dos periodistas, por ser testigos e intentar que dejaran de serlo, de otro asesinato múltiple que ocurrió en el mismo lugar donde fue detenido, la farmacia de Kellys Corner. También puedo decirte que fue amigo y compañero de clase de James Joyce, además de compañero de juergas de este en el Bleeding Horse, que por cierto está en Camdem St., y también a tiro de piedra.
Los padres de James Joyce también vivieron por aquí, aunque lo digo como nota curiosa, más que otra cosa.
Me tuve que sentar, sobre todo y entre otros muchos motivos, porque a 5 o 6 calles estaba el 52 de Clanbrassil Street, donde ficticiamente había vivido un judío, convertido al protestantismo para poder casarse, que se llamaba Leopold Bloom.
Los padres de James Joyce también vivieron por aquí, aunque lo digo como nota curiosa, más que otra cosa.
La farmacia/despacho de tabacos de Kellys Corner donde fue detenido Francis Sheefy-Skeffington. |
Me tuve que sentar, sobre todo y entre otros muchos motivos, porque a 5 o 6 calles estaba el 52 de Clanbrassil Street, donde ficticiamente había vivido un judío, convertido al protestantismo para poder casarse, que se llamaba Leopold Bloom.
Buenisima informacion y las fotos saludos
ResponderEliminarcuanto color! y se ve todo tan prolijo!...bellisimo post...saludos!
ResponderEliminarQue buenas fotos, originales y con unos colores esplendidos. Además con el texto resulta fácil hacerse una idea de ese lugar que debe de ser una maravilla.
ResponderEliminarSaludos.
PD: Gracias por ser primero en dejar comentario y por resultar el primer seguidor en el blog.
Un fuerte abrazo.
Luis, he disfrutado muchísimo de este paseo por Dublin! Es curioso como cambian los colores de un pais a otro. Todas me parecen preciosas!
ResponderEliminarUn abrazo,
Isabel
PD: Sigo alucinando con tus fotos de los carnavales!!
Muy buenas todas la tomas, con un buen trabajo de edición resaltando la nitidez y color de cada una de ellas, además la primera me parece genial con una perspectiva maravillosa. Un abrazo desde Sevilla.
ResponderEliminarUna excelente entrada.
ResponderEliminarUn abrazo
Precioso blog y magníficas fotografias.
ResponderEliminarSaludos.
Felicitaciones por este buen reportaje.
ResponderEliminarMuy buenas las fotografías.
Saludos.
Ramón
Fascinating Pictures.
ResponderEliminarIt has been delightful
to visit your gallery.
Good Creations
Gracias a todos por los comentarios y por la visita... no os perdáis los siguientes capítulos.
ResponderEliminarUn abrazo!
Las casas de ladrillo con suspuerta de colores son una constante por toda Gran Bretaña, es una de sus señas de identidad y a mí me encanta verlas, recrearme en su estructura e imaginar quién vive dentro y cómo es su vida. En algunas, hay alguna ventana que deja entrever algo del interior y convertirse en vouyer es lo mejor que se puede hacer.
ResponderEliminarUna de las ruta más típicas de Dublin es la del Rock'n'Roll. Creo que se llama Rock and Stroll. Se trata de que podamos visitar pubs y bares donde actuaron o trabajaron de camareros Sinead O'Connor, Rolly Gallagher, Phil Lynnot, U2, Cranberries.... Es imprescidible para los amantes del rock y un poco mitómanos.
La verdad es que uno pisa Dublín y se extraña de que una ciudad tan pequeña haya dado tanto genio creativo. Eso sí, una vez que caminas por sus calles y entras en sus tabernas esa primera idea va quedando relegada. Su constante afición por el debate y su gran interés por la literatura, la música o el teatro desde que son muy pequeños hacen que la creatividad fluya.
Felicitaciones. Hermoso relato. Me encantaría conocer Dublin.
ResponderEliminarGracias Jose Ramón, gracias Miguel, perdón por el retraso, se me habían pasado vuestros comentarios :(
ResponderEliminarUn abrazo!