viernes, 8 de julio de 2011

Prólogo a una crónica viajera.

Siempre ha sido una sospecha. Algo que ves por el rabillo del ojo, algo que intuyes.
Lleva siendo un imán para mi atención durante mucho tiempo, casi más de la mitad de mi vida, aunque solo muy poquitas personas lo saben a ciencia cierta. Una atracción en forma de música, sobre todo. Y de literatura, en gran parte, también. En forma de Historia General pero también de Historia Natural, de deportes, de rumores sobre las costumbres, y un largo etc.

Por poner un ejemplo es como quien sueña, por los motivos que sea, con ver la Gran Muralla China o explorar el Amazonas, pero destilando ese sueño y poniéndole nombre o apellido a cada gota: Paddy, Joyce o Ulster; O'Connell, Sharon o Beckett; Yeats, Sligo o Connemara. La lista podría ser eterna.

Por unas razones u otras, siempre ha tenido que postergarse la visita, y hace unos 3 meses, aunque también había razones para quedarse en casa, tomé la decisión tomármelo como un "ahora o nunca". Ya estaba bien de conocerlo de oidas y había una pequeña posibilidad de conocer en primera persona.

Por si no lo has adivinado todavía, he estado en Irlanda, y a pesar de haber sufrido durante 9 días un suave Síndrome de Stendhal, traigo fotos. Después de descubrir que me resulta más cómodo conducir por la izquierda que por la derecha, de perder el aliento con el paisaje (algo que hacía mucho que no me pasaba), de algunas céilí, de un concierto largamente añorado y de algunas que otras pintas.

Este es un blog de fotos, y si en esta entrada no hubiera ninguna se rompería una larga y antigua tradición de 7 meses (cada uno considera antiguo lo que cree conveniente ;) ).
Aunque todo empezara mucho antes, esta foto es la primera que disparé y es la que me siento obligado a mostrar en primer lugar.
Nada más poner pie en tierra en Dublín, a orillas del Liffey.

Samuel Beckett Bridge sobre el Río Liffey
Dublín, Irlanda

A partir de aquí, comienza la crónica irlandesa.
Espero que sea de vuestro agrado y que disfrutéis del viaje.

Siguiente capítulo: Dublín en día y medio (i)

6 comentarios:

  1. Excelente preámbulo para tantas emociones vividas.
    Un abrazo

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  2. El camino más largo siempre empieza con un paso, dicen. Cuando se está muy emocionado, muy conmovido por la maravilla de un paisaje nunca antes visto, es difícil ponerlo en palabras. Sólo vos, que lo experimentaste, sbés en qué lugar de tu alma, de tu ser corpóreo y espiritual, están estas vibraciones, que quedan selladas y jamás se borrarán. Es algo que forma parte de la memoria emotiva, a la que apelamos los actores, para recrear esas sensaciones únicas, que deben manejarse porque es como caminar por el borde, siempre por el borde.
    Esta foto que viene a prólogo de la aventura vivida es bellísima. Espero las que le siguen con gran ansiedad e ilusión.
    Besos ;)

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  3. Qué luz más bonita. Siempre había supuesto que Irlanda tendría una luz bonita. Me encanta que hayas comenzado a contar(me) el viaje...

    Y me encanta la fotografía. Mucho. Muchísimo.

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  4. La primera foto de este viaje es muy bonita, imagino que las sigientes seran como minimo como esta.

    Un saludo.

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  5. Muy bonita, y muy equilibrada (en luz y composición). (Para mi gusto. :)

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